Compartir una experiencia de aprendizaje en el Dojo Gaman OGKK (Linderos) con sus alumnos es algo que va más allá del aprendizaje de una disciplina. Es un momento en el que se construyen relaciones significativas, se forjan amistades y se arraigan vínculos deportivos y personales.
La práctica de una actividad que requiere esfuerzo físico y mental como el Karate-do, implica un desafío constante, en el que se deben superar las limitaciones personales y alcanzar nuevos objetivos. Esto se hace más fácil y satisfactorio cuando se comparte con otros compañeros de entrenamiento, que también están dispuestos a dar lo mejor de sí.
En el Dojo Gaman OGKK (Linderos), esto es precisamente lo que sucede. Cada práctica es una oportunidad para aprender y crecer juntos, para motivarse con precisión y para alcanzar nuevas metas. La sensación de trabajar en equipo es algo que trasciende el ámbito deportivo y se convierte en un valor fundamental para la vida.
Damos las gracias a Diego sensei de Dojo Ganbaru quien junto con alumnos de Hombu Dojo La Reina me acompañaron en esta jornada.
Prontamente nos volveremos a juntar para continuar con este proceso y seguir avanzando en la práctica. La emoción y el entusiasmo que se sienten en cada práctica son el resultado de la dedicación y el compromiso de todos los participantes.