Entrenar en Familia (por Graciela Barría sensei). En la práctica de artes marciales como el Karate-do y el Kobudo, es esencial contar con el apoyo y la comprensión de la Familia, ya que se trata de disciplinas que requieren de una dedicación y esfuerzo constantes, y cuyos frutos se cosechan a largo plazo. Es por eso que, como Yuetsu Chile, valoramos y agradecemos profundamente el respaldo que hemos recibido de nuestros seres queridos.

La Familia es un pilar fundamental en la formación de cualquier persona, y en el caso de la práctica de artes marciales, su apoyo es clave para el desarrollo integral del practicante. La Familia no solo brinda el soporte emocional y afectivo necesario para enfrentar los desafíos que implica el entrenamiento, sino que también juega un rol importante en la educación y formación de valores, como el respeto, la disciplina y la tolerancia.

Yuetsu, Dojo Familiar.

En nuestro dojo, hemos creado una Gran Familia compuesta por alumnos de diferentes edades y niveles, pero todos con el mismo objetivo de mejorar día a día y alcanzar su máximo potencial como seres humanos. La convivencia en el dojo es armónica y respetuosa, y se fomenta el compañerismo y la solidaridad entre los integrantes.

Es gratificante ver cómo los lazos que se forjan en el dojo trascienden los límites de éste y se extienden a la vida cotidiana de los practicantes, donde se convierten en amigos y compañeros de vida. Además, la práctica de artes marciales en familia permite compartir experiencias únicas e inolvidables, y fomenta el trabajo en equipo y la colaboración mutua. Eso se ha logrado al entrenar en Familia.

En conclusión, la Familia es un factor crucial en la práctica de artes marciales como el Karate-do y el Kobudo. Su apoyo, comprensión y compañía son fundamentales para el crecimiento personal y la formación de valores en los practicantes. Como Yuetsu Chile, nos sentimos afortunados de contar con una Gran Familia que nos acompaña en este camino de superación y desarrollo constante.

(fotografía enero 2015)